conversan con su propio lenguaje

nuevos mundos

Dice Kandinsky (Rusia, 1866-1944) que "el pintar es un choque atronador de mundos diferentes destinados a crear en mutua lucha -y como resultado de ella- el mundo nuevo. Técnicamente, toda obra surge tal como surgió el cosmos: a través de catástrofes que del caótico mugir de los instrumentos terminan por hacer una sinfonía, que recibe el nombre de música de las esferas. Crear una obra es crear un mundo."
Asumo que las fotografías también son sinfonías visuales surgidas de un choque de mundos.

la propiedad compartida

las fotos publicadas en este blog, salvo indicación, fueron ideadas, realizadas y retocadas digitalmente por MagaPaula (mgP). pueden ser usadas, reproducidas y compartidas siempre que se citen autora y fuente. magapaula@gmail.com

la pueyrredón










Departamento de Artes Visuales "Prilidiano Pueyrredón", I.U.N.A.
Avda Las Heras 1749
Ciudad Autónoma de Buenos Aires
mayo 2009

3 comentarios:

  1. La primera me gustó mucho.

    'tan todas buenas, pero la primera me gustó más...

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  2. increíble esa puesta de sillas, parece preparada para una escenografía.
    es la escuela que teníamos. es triste que no sólo no mejoramos en cuanto al espacio, sino que tampoco conservamos algo de eso mágico que ronda los pasillos y los rincones de "la pueyrredón".

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  3. Mhh.

    No sólo es la cuestión del tránsito de la mucha gente.

    O la calidad o calidéz de la gente que hoy transita.

    Un lugar donde pasa mucha gente, dicen, es un lugar de tránsito, un lugar entre lugares que se vuelve un no lugar.
    Mhh. Creo que estoy hablando más de Pinzón.
    Sólo cursé una materia en Las Heras.

    Cierto es que algo mágico por allí rondaba.

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el infierno tan temido

(...) El Gran Kan estaba hojeando ya en su atlas los mapas de las ciudades que amenazan en las pesadillas y en las maldiciones: Enoch, Babilonia, Yahoo, Butua, Brave New World.
Dice:
--Todo es inútil si el último fondeadero no puede ser sino la entrada infernal, y allí en el fondo es donde, en una espiral cada vez más estrecha, nos sorbe la corriente.
Y Polo:
--El infierno de los vivos no es algo que será; hay uno, es aquel que existe ya aquí, el infierno que habitamos todos los días, que formamos estando juntos. Dos maneras hay de no sufrirlo. La primera es fácil para muchos: aceptar el infierno y volverse parte de él hasta el punto de no verlo más. La segunda es peligrosa y exige atención y aprendizaje continuos: buscar y saber reconocer quién y qué, en medio del infierno, no es infierno, y hacerlo durar, y darle espacio.

LAS CIUDADES INVISIBLES, Italo Calvino

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