conversan con su propio lenguaje

nuevos mundos

Dice Kandinsky (Rusia, 1866-1944) que "el pintar es un choque atronador de mundos diferentes destinados a crear en mutua lucha -y como resultado de ella- el mundo nuevo. Técnicamente, toda obra surge tal como surgió el cosmos: a través de catástrofes que del caótico mugir de los instrumentos terminan por hacer una sinfonía, que recibe el nombre de música de las esferas. Crear una obra es crear un mundo."
Asumo que las fotografías también son sinfonías visuales surgidas de un choque de mundos.

la propiedad compartida

las fotos publicadas en este blog, salvo indicación, fueron ideadas, realizadas y retocadas digitalmente por MagaPaula (mgP). pueden ser usadas, reproducidas y compartidas siempre que se citen autora y fuente. magapaula@gmail.com

amo la noche






fotografia directa
barrio de flores, c.a.b.a.
agosto 2009

3 comentarios:

  1. Qué linda foto.

    ¿De qué lado de la plaza es?
    Yo estoy del otro lado de Nazca, es decir, de San Pedrito.

    A siete cuadras de la plaza, a siete del hospital, a ocho del cementerio...

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  2. si, es por ahi... en las cercanías de gaona, la avenida que no tiene subte.
    nunca estuve en el cementerio de este barrio pero si me encontre una noche con las putas que laburan alrededor de los pabellones del hospital. la calle creo que se llama bolivia.

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  3. Sí, por Yerbal, Bacacay...

    Bueno, yo estoy del otro lado de Rivadavia. Donde Bolivia se llama Varela.

    Tanto es así que vivo en una cuadra en cuya esquina da a Varela. Para un 132 y todo.

    ResponderEliminar

el infierno tan temido

(...) El Gran Kan estaba hojeando ya en su atlas los mapas de las ciudades que amenazan en las pesadillas y en las maldiciones: Enoch, Babilonia, Yahoo, Butua, Brave New World.
Dice:
--Todo es inútil si el último fondeadero no puede ser sino la entrada infernal, y allí en el fondo es donde, en una espiral cada vez más estrecha, nos sorbe la corriente.
Y Polo:
--El infierno de los vivos no es algo que será; hay uno, es aquel que existe ya aquí, el infierno que habitamos todos los días, que formamos estando juntos. Dos maneras hay de no sufrirlo. La primera es fácil para muchos: aceptar el infierno y volverse parte de él hasta el punto de no verlo más. La segunda es peligrosa y exige atención y aprendizaje continuos: buscar y saber reconocer quién y qué, en medio del infierno, no es infierno, y hacerlo durar, y darle espacio.

LAS CIUDADES INVISIBLES, Italo Calvino

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